(LATAM) La entrada en vigor de nuevas normativas legales, la actualización permanente de las bases de datos por la mayor rotación de personal y la dificultad para reclutar responsables de nómina con buen manejo del entorno digital son los principales desafíos que afrontan los departamentos de Recursos Humanos respecto de la gestión de este proceso tan importante para las organizaciones.
El surgimiento de nuevas regulaciones de manera repentina durante la pandemia de Covid 19 dejó al descubierto las falencias de la gestión de nóminas tradicional: falta de solidez de los sistemas, problemas de precisión y la aparición de diferentes errores que siempre generan consecuencias, ya que se refieren a temas sensibles como liquidación de sueldos, vacaciones, aportes patronales o registro de inasistencias, entre otros.
En América Latina, las diferencias en materia de reglamentación entre los países representan una complicación adicional, ya que los gobiernos de la región van concretando las sucesivas disposiciones en distintos momentos, cada uno a su ritmo, en aspectos tan disímiles como la nómina electrónica, cargas impositivas, indemnizaciones, discapacidad laboral o reducciones de jornadas. Por lo tanto, se hace más difícil estar al día en todos los territorios en los cuales la empresa opera.
Una ejecución errática en estos temas puede traer consecuencias tales como el aumento de reclamos o consultas a RRHH, lo cual demandará horas de trabajo para verificar y eventualmente corregir los errores cometidos, quitando tiempo a funciones más valiosas. También puede emerger el descontento entre los colaboradores y la pérdida de confianza, afectando además la reputación de la compañía y su atractividad.
Todos estos inconvenientes pueden evitarse con la implementación de un software de nómina adecuado, capaz de actualizar datos y aplicar cambios de normativas legales con rapidez, que se transforme en una herramienta simple y eficiente para los profesionales a cargo de la gestión de la nómina.
La primera condición que debe cumplir un buen sistema es su capacidad de automatizar las tareas repetitivas como declaraciones laborales y fiscales, pago de salarios, liquidación de horas extra, confección de recibos de sueldo y otras, garantizando el cumplimiento de las regulaciones.
También deberá generar reportes en base a indicadores tales como la tasa de contratación, la evolución de la masa salarial, el nivel de formación de los empleados, las tasas de rotación y ausentismo, por ejemplo. Cuantas más tareas pueda cumplir eficazmente, se logrará el doble efecto de evitar errores de origen humano y a la vez liberar a los profesionales de RRHH para que se aboquen a labores más importantes.
Finalmente, es clave la elección de una plataforma que opere en la nube. Este tipo de soluciones son accesibles desde cualquier dispositivo y desde cualquier locación, posibilitando una gestión más ágil y eficiente, e incrementando la seguridad de los datos a la vez que reduce los costos.
Por Maribel Fernandez Cano, Marketing & Communications Manager de Cegid para América Latina
