(ESTADOS UNIDOS) Según una estadística de Statista, en enero de 2024, Estados Unidos era el país del mundo con mayor audiencia de TikTok con unos 148 millones de usuarios. Le seguían en la lista Indonesia, también con más de 120 millones y completaba el podio Brasil, con una cifra cercana a los 100 millones. En Argentina TikTok tiene alrededor de 16.22 millones de usuarios, según el reporte de finales de 2023 realizado por Byte Dance, el gigante asiático que está detrás de la app.
Pero los tiempos de éxito de la app parece ir quedando atrás. El mundo comenzó a apuntar contra la famosa red social.
Estados Unidos, le primero en apuntar
La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó a favor de aprobar una ley que obliga a ByteDance, empresa china matriz de TikTok, a desprenderse de una participación en la aplicación de vídeos breves, o de lo contrario, no podría operar más en el país.
La Cámara de Representantes la aprobó a mediados de marzo, pero no estaba claro cuándo llegaría al Senado y parecía estancada. Después se ha tramitado por la vía rápida al incluirse en un paquete de ayuda más amplio para Ucrania e Israel.
Si se aplica, ByteDance deberá desprenderse de su participación en TikTok en un plazo aproximado de un año. De no hacerlo, se enfrentará a una prohibición en todo el país, que ampliará en seis meses el periodo propuesto en un primer momento.
Los políticos estadounidenses han emprendido una campaña contra TikTok, por entender que plantea riesgos para la seguridad nacional, debido a que sus propietarios son chinos. La plataforma cuenta con unos 170 millones de usuarios estadounidenses.
TikTok también en la mira de Europa
Thierry Breton, el todavía comisario europeo de Mercado Interior, ha declarado que los niños y niñas no pueden ser conejillos de indias para las redes sociales.
La Comisión Europea ha abierto un procedimiento contra TikTok para dirimir si el lanzamiento en España y Francia de su nueva aplicación, TikTok Lite, puede haber vulnerado la Ley de Servicios Digitales (DSA). La normativa obliga a las grandes plataformas a aportar un informe de evaluación de riesgos e incluir medidas para mitigar cualquier riesgo sistémico antes de lanzar cualquier producto.