En promedio, las mujeres representan más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo. En el Perú, si bien constituyen más de la mitad de la población, aún enfrentan desigualdades de género en aspectos como la educación y la economía.
Por eso, en medio de la crisis económica surgida por la pandemia, la inversión orientada a combatir la desigualdad de género se presenta como un desafío que ofrece grandes beneficios para el desarrollo regional en América Latina.
Cabe destacar que, en el caso de Perú, más de 19,000 mujeres, dedicadas principalmente a la crianza de cuyes, al cultivo de maíz, quinua, café y palta, además de la producción de leche, han accedido al cofinanciamiento de Planes de Negocio del Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas) para fortalecer su desarrollo productivo y empresarial, afirmó el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Víctor Maita.
En ese contexto, “ConectaRSE para Crecer” es una iniciativa de Movistar en Perú que busca impulsar el desarrollo de las comunidades rurales a través del uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), en 11 años desde su lanzamiento. Identificó más de 1,000 iniciativas que emplean las tecnologías de la información y comunicación para el desarrollo en zonas rurales.
Por ello, Movistar Perú presentó ocho casos de emprendimientos rurales liderados por mujeres que han sido identificados en la categoría ‘Mujer Emprendedora Rural’ del premio ‘ConectaRSE para Crecer’:
Qot Tika Flor de Lago, de Puno. Desde la isla flotante de Uros en el Lago Titicaca, la emprendedora rural Rita Suaña lidera una asociación de más de 200 mujeres que, a raíz de la pandemia, tuvieron que migrar desde el turismo hacia la confección de barbijos, producto estrella que comercializan vía redes sociales. Además, han iniciado la diversificación de sus productos hacia líneas de decoración para el hogar con motivos puneños.
Proyecto AYRU, de Junín. Anyela Gómez busca combatir la pobreza extrema en la sierra rural a través de la producción y comercialización online de sorbetes orgánicos. Estos sorbetes los realiza con la cebadilla, una planta que antes era quemada y que hoy responde a la demanda mundial de este producto como reemplazo del plástico. Se han beneficiado más de 20 familias, que incrementaron sus ingresos en 316%.
Asociación Coordinadora de Mujeres Aymaras, de Puno. Realizan tejidos de exportación con materiales de la zona que les permiten generar ingresos para sus familias. A través de internet (mujeresaymaras.com/es/) han llegado a clientes internacionales de Alemania, Australia, Bélgica, entre otros, a quienes venden sus productos promoviendo la cultura aymara en todo el mundo. Justina Montalico es una de las artesanas que produjo el famoso “llavero de flor aymara”.
Ñari-Walac-Arte, de Piura. La Asociación de Artesanas “Ñari-Walac Arte” ofrece a otras mujeres de Piura la oportunidad de aprender y trabajar desde sus casas para obtener ingresos adicionales, así como promover sus obras de arte tradicional. Entre sus confecciones está el llavero de sombrero de paja toquilla, creada por Iris Chero, además de adornos de paja únicos y de alta calidad en colores vibrantes.
Cori Maki, de Junín. La iniciativa de mujeres artesanas de Huancayo “Cori Maki” (manos de oro, en quechua), liderada por Nilda Marín, aprovecha el Internet para la comercialización online de sus productos tejidos a mano. El emprendimiento social convierte su herencia en una actividad productiva sostenible.
Aguaymanto online, de Ayacucho. Aeropajita Loayza es una mujer productora ayacuchana. Después de los estragos causados por el conflicto armado en su región, encontró en el aguaymanto un fruto valorado y abundante en su comunidad, convirtiéndose en una oportunidad de salir adelante junto a los agricultores de su zona. A través de Internet, empezó a comercializar el aguaymanto en alianza con el emprendimiento social Warikao.
La Cosecha del Día, de Ecuador. Se trata de un marketplace creado por mujeres agroproductoras campesinas y emprendedoras rurales de la comunidad Cayambi, en Ecuador. Esta herramienta permite que los consumidores finales puedan escoger dónde, cuándo y a qué hora desean recibir su pedido, manteniendo la calidad y frescura de sus productos. Además, contribuye a reducir brechas de violencia, promover el empoderamiento femenino y aportar a la buena nutrición.
SiembraCo, de Colombia. Yuly Galindo ha fundado SiembraCo, agritech que vincula al consumidor final con el productor a través de “siembras virtuales”. Mediante el uso de inteligencia artificial, permite controlar y verificar las buenas prácticas de agricultura en tiempo real. Además, los compradores obtienen mejor precio, trazabilidad en toda la cadena y cuidado ambiental. Asimismo, los agricultores obtienen ingresos fijos sin incertidumbre, así como formación y estabilidad para sus familias. La meta para los siguientes 24 meses es mejorar las condiciones productivas de 1,200 agricultores.
De qué se trata ConectaRSE para Crecer
Se realizó por primera vez en Ecuador y se postularon 176 proyectos, de 21 provincias, el mayor número de postulantes a nivel de Hispanoamérica, señaló Telefónica en un comunicado. En Perú ya lleva más de 11 años ejecutándose este concurso y en Colombia también fue la por primera vez.
Esta iniciativa reconoce a los emprendimientos liderados por mujeres de la ruralidad, que utilizan la tecnología en su negocio y que se convierten en motor de desarrollo en sus comunidades, contribuyendo al cierre de brechas digitales y de género.