La economista planteó también que, «frente a esta realidad hay muchas opiniones vinculadas a lo que va a pasar el día después de la pandemia. Podría arriesgar de que todo depende del grado de liderazgo global y solidaridad social que llegue a alcanzarse».
«Por ahora, no estamos observando una actitud de coordinación entre los países. Vemos una Europa que aparece bastante dividida y una actitud del gobierno de Estados Unidos de hostilidad hacia las acciones de la Organización Mundial de la Salud, institución que debería tomar un claro rol de liderazgo frente a la realidad sanitaria actual», continuó.
«Otro tema de discusión que surge en forma inevitable es acerca del rol que debe cumplir el Estado. En mi opinión debe cumplir un rol mas activo no sólo frente al tema de la pandemia sino también en relación a los problemas que señalamos como anteriores a su llegada», opinó.
Según la economista, «hemos funcionado así por una lógica que asumía que el mercado podría resolver todo. Pero lo que hemos visto es que el mercado por sí mismo no va a resolver el problema de la pobreza. En realidad, la misma se ha visto agudizada en gran parte del mundo durante los últimos años».
Y añadió: «Pero no cualquier estado va a resolver los problemas de crecimiento y de desigualdad. Los países que salieron adelante son los que tuvieron buenos estados. Necesitamos un Estado que, además de ser eficiente, contemple las necesidades de la población y promueva su participación. Además debe ser controlado y contenido por esa población Es decir que necesitamos un estado que trabaje bien, que utilice bien los recursos y que escuche a la sociedad», concluyó.