(ARGENTINA) El mercado inmobiliario porteño atraviesa un momento de fuerte actividad. En barrios como Barrio Norte, Palermo, Villa Urquiza y Belgrano, las propiedades duran poco tiempo en oferta y los compradores se mueven rápido para cerrar operaciones.
“El cambio de ciclo es claro porque hoy tenemos valores que en muchos casos siguen siendo los del año pasado y una demanda que vuelve a moverse como hacía mucho no veíamos”, afirma el arquitecto y broker inmobiliario Oscar Puebla.
Según el especialista, la combinación de precios todavía competitivos y un stock que se reduce semana a semana genera un clima de oportunidad difícil de encontrar en otros momentos del mercado. “Todavía se consiguen departamentos a valores de 2024. Eso no va a durar mucho más”, advierte.
Los compradores, sin embargo, mantienen la cautela y no convalidan cualquier cifra. “El precio del metro cuadrado tiene que ser lógico. La gente está dispuesta a pagar, pero es selectiva”, subraya Puebla.
En este contexto, la dinámica se acelera. Los inmuebles que entran al mercado se venden con mayor velocidad que la que tienen las nuevas propiedades para incorporarse a la oferta. “Es un momento ideal para quien piensa en invertir o en comprar su primera vivienda. Hay una ventana que en unos meses podría cerrarse”, concluye.