URUGUAY: sensible descenso de inversión extranjera directa

La pandemia desplomó la inversión extranjera directa en todo el mundo. Uruguay también es impactado por la crisis, entre enero y agosto del año pasado los proyectos de inversión de empresas extranjeras promovidos por la COMAP tuvieron una reducción interanual.
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Inversiones en Uruguay

Un informe de la agencia Uruguay XXI señala que entre enero y agosto del año pasado los proyectos de inversión de empresas extranjeras promovidos mostraron un sensible descenso interanual, producto, entre otras cosas, del impacto de la pandemia en todo el mundo, a nivel económico y sanitario.

El estudio sostiene que para 2021, la recuperación de Uruguay dependerá del manejo que pueda aplicar a la crisis que continuará a nivel global. La crisis sanitaria ha dejado en evidencia vulnerabilidades existentes a nivel económico, político y social en todos los países, de todas las regiones. Es importante tener en cuenta que la pandemia causa efectos inmediatos y de corto plazo, provocados por el confinamiento y la recesión económica. Pero los efectos también se verán en el largo plazo, debido a que es probable que los inversores busquen mayor resiliencia en sus futuras inversiones

Movimientos del mercado de inversiones

En los primeros ocho meses de 2020 Uruguay XXI atendió 96 nuevas oportunidades de inversión, lo que representó una suba de 33% en relación al mismo periodo de 2019. El principal origen de inversores que atendió la agencia en los primeros ocho meses de 2020 fue Argentina. También hubo desde América del Norte y Europa. En todos los casos se registró un fuerte aumento de las consulta.

En relación a los sectores de actividad, hubo un aumento del interés por parte de las empresas del sector de la tecnología. Representaron el 28% del total cuando en el mismo periodo de 2019 fue el 13%.

El interés por parte de la industria farmacéutica se mantuvo similar al año pasado (13% en 2020 frente a 12% en 2019). En el caso de agroalimentos hubo un aumento desde 8% a 12%.

Dentro de las empresas del sector tecnológico predominan las argentinas y norteamericanas. En cambio, en las que pertenecen al sector industrial predominan las de origen europeo.

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