Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Reforma Tributaria en Colombia: Proyecciones e incertidumbre del sector industrial

El proyecto de ley de Reforma Tributaria, enviado por el nuevo Gobierno de Colombia, está generando un escenario de incertidumbre y proyecciones económicas en el país y la región, lo que supone un debate intenso en el Congreso.
Twitter
LinkedIn
Facebook
WhatsApp
Telegram
Email

(COLOMBIA).-El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explicó que, con la iniciativa, en el primer año se pretende recaudar 25,9 billones de pesos para financiar programas socioeconómicos y de infraestructura.

La reforma está dividida en cinco secciones: el papel de la política tributaria para mejorar la dignidad humana, que incluye un contexto de la deuda social e histórica que tiene el país; la estabilidad fiscal como pilar de la política económica; el diagnóstico de la estructura tributaria de Colombia, con énfasis en los aspectos a mejorar; la propuesta de la reforma tributaria, y los efectos fiscales, macroeconómicos y sociales del proyecto de ley.

Según el ministerio, habría una “eliminación de las exenciones injustificadas y modificación de otras para aumentar el recaudo por parte de los más pudientes” y se revisaría la tarifa de ganancias ocasionales de las empresas al 30 %, “en consistencia con la aplicada a las personas naturales”.

La reforma tributaria reduciría los beneficios asimétricos e impondría un tope máximo a la tarifa de beneficios tributarios para las empresas. Para ello, se propone mantener de forma permanente la sobretasa de 3 puntos porcentuales para el impuesto de renta de las actividades financieras y se eliminaría los tratamientos tributarios preferenciales en los precios de combustibles en zonas de frontera.

Además, se impondría “un tope de 3pp sobre la renta líquida ordinaria a los beneficios tributarios que se mantengan”. Estos serían la renta exenta, las deducciones, los descuentos y los ingresos no constitutivos de renta.

Otras medidas a implementar son: un requisito de plan de internacionalización para empresas beneficiarias de la tarifa de renta del 20 % en zonas francas; convertir el descuento del 50 % del pago del ICA para que sea aplicable al impuesto de renta a una deducción; la eliminación de los días sin IVA, y se propone “la exclusión del IVA para algunos bienes importados cuyo valor no exceda los 200 dólares”.

Además, habría un impuesto para las bebidas ultraprocesadas, “se gravarían en función del contenido de azúcar en gramos por cada 100 mililitros de bebida”. Con respecto a los productos comestibles ultraprocesados, con una tarifa del 10 %.

Por otro lado, se implementaría un impuesto a los plásticos de un solo uso para envasar, embalar o empacar bienes y su tarifa sería “0,00005 UVT por cada gramo, lo que equivale a 1,9 pesos por gramo”. Mientras que el impuesto de carbono tendría incremento gradual: en 2023 y 2024 será del 0 %, en 2025 del 25 % del valor de tarifa plena, en 2026 sería del 50 %, en 2027 del 75 % y en 2028 tendría la tarifa plena.

La reforma influye cuatro medidas que le permitirán a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) reducir la evasión y elusión fiscal: la articulación de reglas claras para empresas de economía digital; establecer que los pagos en especie no son deducibles o imputables a ningún título en la declaración del impuesto sobre la renta y complementarios; implementar una herramienta que indique los costos y gastos deducibles, y determinar la Sede Efectiva de Administración (SEA) como lugar para realizar las actividades de administración diarias.

Otras modificaciones

La reforma tributaria busca la reducción de los beneficios tributarios para quienes tienen mayores ingresos y, a su vez, tiene el objetivo de redistribuir las rentas hacia las familias colombianas más vulnerables.

Para ello se sumarían todas las rentas líquidas gravables y se aplicaría una tabla única de tarifas marginales, es decir, a todos los tipos de ingresos.

Asimismo, se limitaría las rentas exentas que benefician principalmente a los más pudientes. Las personas que ganan 10 millones de pesos mensuales o menos no pagarán más.

Además, el proyecto de ley propone un aumento de tarifa efectiva de dividendos y ganancias ocasionales para los más pudientes. Por tal razón se establecería un impuesto al patrimonio de manera permanente, con un esquema de tarifas marginales.

En ese sentido, cambiaría las tarifas del 10 % de dividendos y de ganancias ocasionales. Esta última actualmente está en 10 % para herencias, donaciones y enajenación de activos, y en 20 % para rifas y loterías.

Respecto a las rentas del subsuelo del Estado, “deben ser vistas como un mecanismo de redistribución dirigido hacia los más vulnerables”. Por eso, las regalías no serán deducibles de la depuración del impuesto de renta y habrá un impuesto del 10 % a las exportaciones extraordinarias.

Qué dicen los sectores económicos del país

El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Bruce Mac Master, que afirmó que «de ser aprobado el proyecto tal y como está no solo ahuyentaría a la inversión extranjera del país, sino que lo convertiría en “uno de los menos competitivos de la Ocde”.

Además, expresó su preocupación con respecto a la poca atención que se le ha puesto al monto que se va a recaudar y cómo se va a invertir. Cabe mencionar que, según la Andi, la tarifa efectiva de tributación que paga el sector industrial es del 56,7 %, pero con los cambios que plantea la reforma pasaría al 62 %. Por su parte, el sector de minería e hidrocarburos pasaría de 53 a 87,1 % y transporte de 49,2 a 63,1 %. “Eso quiere decir que de cada 100 pesos que eventualmente gane una compañía tendría que darle al Estado 87″, aseveró Mac Master.

De igual forma, indicó que la tarifa de renta combinada entre sociedad y socio en materia de dividendos pasaría a ser la más alta de la Ocde, pues con los cambios planteados sería de 60,4 %, mientras que actualmente es de 41,5 %. “Esta sería la más alta de la Ocde. Eso ahuyentaría a las inversiones”, aseveró.

Por otro lado, Paula Cortés, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, alertó que las navieras que hacen cruceros en el país deberían pagar impuestos del 35 %, haciendo que ninguna vuelva a salir desde Cartagena a otros destinos de la región. Pidió mantener las exenciones del IVA a paquetes turísticos y el IVA reducido a tiquetes de avión porque teme una gran baja en el turismo a nivel nacional.

Otro que expresó preocupación fue Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, quien advirtió que el proyecto hace inviable las operaciones porque sube las cargas tributarias a las mineras a un 92 %. “No tiene precedentes en la historia reciente de la estructura tributaria”, señaló.

Además, añadió que Colombia sería el único país de la Ocde en que las regalías no serían deducibles de renta, lo cual alejaría la inversión. También teme una doble tributación debido al nuevo impuesto de exportaciones. “Cuando se adicione el nuevo tributo, generaría doble tributación”, dijo.

El subdirector de la Cámara de Comercio Colombo Americana, Santiago Marroquín, dijo que la reforma desestimulará la inversión extranjera y eso generará desempleo. “El proyecto de reforma tributaria se enfoca principalmente en las modificaciones frente al impuesto a la renta de las personas jurídicas y de extranjeros residentes y no residentes del país, lo que podría llevar a algunos sectores a repensar la posibilidad de invertir en nuestro país o de envío de sus trabajadores que hoy están instalados en Colombia a otros países como Panamá o Costa Rica, donde van a ser mucho más competitivos”, advirtió.

“Podría afectar la capacidad de ahorro, el consumo y la inversión de los colombianos, tanto de las personas naturales como de las jurídicas (empresas), poniendo en alto riesgo el crecimiento económico y el empleo del país”, aseguró Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes de Colombia (FENALCO).

El líder gremial, a su vez, mostró su desacuerdo con el impuesto a las bebidas azucaradas y la comida chatarra. Según sus cálculos, esto pondría en riesgo a casi 250.000 tiendas de barrio en el país.

A su vez, aseguró que hay otros caminos para obtener un mayor recaudo como la venta de activos improductivos, los 22 billones de pesos que están incautados al narcotráfico en la Sociedad de Activos Especiales (SAE) o los recursos provenientes de la lucha contra la corrupción y la evasión.

Los gremios proponen, entonces, tarifas diferenciales. En el caso de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), su presidente Jorge Enrique Bedoya habla de una tasa de renta del 15 %.

Por su parte, la presidenta de Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rosmery Quintero, solicitó que las microempresas y pequeñas empresas paguen un 20 por ciento y las medianas, un 25 por ciento.

A su vez, la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) pidió que se mantengan las exenciones que ayudaron al sector en medio de la crisis por la pandemia.

COLOMBIA: Crece la economía, pero también la inflación

Twitter
LinkedIn
Facebook
WhatsApp
Telegram
Email

Notas relacionadas