(GLOBAL).-Este año constituyó un periodo negativo para el mundo de las criptomonedas. Las estafas, los hackeos y otras actividades ilícitas han paralizado significativamente la confianza de la industria y el sentimiento del mercado respecto a las monedas digitales ha sido significativamente baja en comparación con los dos años anteriores.
A medida que se acerca el fin de 2022, estas son algunas aproximaciones sobre qué sucederá el próximo año.
1. Nuevas regulaciones
La industria actual se ha visto sacudida por estafas y hackeos este año, y solo en el reciente colapso de FTX, se han perdido más de mil millones en fondos de usuarios. Las principales plataformas de criptoinversión como BlockFi también se declararon en bancarrota debido a la falta de fondos disponibles para acomodar los retiros de los usuarios.
El éxito continuo de estos eventos en 2023 inevitablemente generó preocupaciones sobre más regulaciones en la industria. El CEO de Binance, Changpeng Zhao, ya ha proporcionado una declaración que respalda la necesidad de una mayor supervisión regulatoria para los intercambios centralizados.
2. Las monedas estables estarán bajo escrutinio
Después del fracaso monumental de Terra LUNA y su moneda estable UST, el mercado se ha vuelto extremadamente cauteloso con las stable coins que no cuentan con suficientes mecanismos de auditoría para validar sus activos y mantener su paridad con el dólar.
Varias monedas estables de segundo nivel ya han fallado en 2022 debido a la falta de interacción y compra del usuario. De este modo, el escrutinio continuará potencialmente en 2023, ya que es probable que la entrada de nuevas monedas estables en el mercado siga siendo baja.
3. Ethereum podría superar a Bitcoin
En términos de crecimiento y escalabilidad, Ethereum está en camino de superar a Bitcoin en 2023. En septiembre de este año, finalmente se llevó a cabo la tan esperada fusión de Ethereum, lo cual no sólo hizo que la popular blockchain sea más sostenible, sino que también redujo significativamente el suministro de tokens digitales.
Esto se reflejará positivamente en Ethereum en 2023, y la adaptabilidad más amplia de la red allanará el camino para que Ethereum supere a Bitcoin.
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4. Los intercambios descentralizados ganarán espacio
El fracaso continuo de los intercambios centralizados (DEX) este año ha demostrado que la transparencia y el control son los aspectos más críticos de esta industria. De esta forma, muchos usuarios han aprendido por experiencia propia que confiar sus fondos en intercambios centralizados no es una buena idea.
Los intercambios descentralizados estarán en foco en 2023.
Aunque estos intercambios suelen ser complejos y requieren más diligencia debida por parte del usuario medio, estas plataformas ofrecen total transparencia y control. Los usuarios no necesitan entregar sus fondos a una empresa, sino que tienen una visibilidad completa de cómo se almacenan o invierten sus activos dentro de la plataforma.
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Por lo tanto, 2023 puede ser potencialmente un año decisivo para los intercambios descentralizados, y también podríamos ver funciones más innovadoras en las aplicaciones y plataformas de esta categoría.
Actualmente, Bitcoin tiene un precio de 17.260,89 USD y ha experimentado un aumento de 1,56% en las últimas 24 horas, mientras que Ethereum cotiza a 1290,36 USD y experimenta una subida del 2,5%.
Esta semana en positivo podría ser señal de una recuperación en el mercado cripto antes de que termine el año, en comparación a las semanas previas, en donde la caída fue abismal.
Por su parte, el banco de inversión JP Morgan sostiene que habrá más regulación en el mercado de bitcoin el año que viene, debido al desplome del exchange FTX.
Según la institución, habrá regulaciones «importadas» de las finanzas tradicionales, lo que creará una convergencia entre el ecosistema emergente y el sistema financiero basado en la confianza.
En su más reciente informe sobre los mercados globales, JP Morgan señala que también “es probable el surgimiento de nuevas iniciativas regulatorias”. Las mismas tendrían el foco puesto en la transparencia y en las auditorías periódicas de las reservas que tenga las empresas ligadas al mercado de bitcoin, tales como exchanges, corredores, prestamistas y servicios de custodia.
En ese sentido, estima nuevas regulaciones enfocadas en la custodia de activos digitales.
No obstante, y mientras que las normativas entran en vigor, el banco reconoce que ya los inversionistas minoristas e institucionales “están tomando medidas” para protegerse.
Una de estas medidas es la utilización de monederos fríos, usados como mecanismo para mantener (holdear) activos digitales. El propio JP Morgan sostiene que los proveedores de hard wallets, tales como Ledger o Trezor, «han visto un aumento exponencial en las ventas en las últimas semanas», de nuevo, tras la crítica situación de FTX.
El JP Morgan también vaticinó en su informe que, con el colapso de FTX, la presión de los inversionistas y reguladores sobre las empresas ligadas a bitcoin aumentará de manera notable.
La presión será fuerte, sobre todo, en lo que tiene que ver con la exigencia de información acerca de los balances de las compañías. Esto, según el banco, con la intención de «salvaguardar los activos de los clientes».
FTX, en particular, ha sido preferido sobre Binance por clientes institucionales por lo que los eventos de las últimas semanas probablemente cambiarán la forma en que los inversionistas institucionales interactúan con los exchanges para garantizar que sus activos estén protegidos.
En el informe se apunta que habrá iniciativas de leyes que apelarán a la separación de las actividades financieras relacionadas a las criptomonedas, tales como los préstamos, la compensación y la custodia. Tal separación “tendrá la mayoría de las implicaciones para los exchanges que, como FTX, combinaron todas estas actividades”.
Pero aclaran que es poco probable que las nuevas presiones regulatorias afecten a otras casas de cambio, como Binance, que es el mayor exchange por volumen de comercio.
«La presión de someter a importantes criptojugadores a una supervisión regulatoria supondrá un desafío mayor para las bolsas extraterritoriales como Binance, que en gran medida no están reguladas», añade el banco.
El JP Morgan también señaló en su informe que, por el colapso de FTX, es probable que el proyecto de Ley de Mercados de Criptoactivos (MiCA), enfocado para la Unión Europea (UE), sea aprobado finalmente “antes de fin de año”.
“Después de eso, habría un período de transición de hasta 18 meses antes de que la regulación entre en vigencia en algún momento de 2024”. Añade que lo ocurrido con FTX “podría generar presión para reducir este período de transición”.
Eso en lo que tiene que ver con Europa. Extrapolando las estimaciones para los Estados Unidos, JP Morgan señala que la crisis de FTX otorgó más urgencia a la necesidad de “una mayor supervisión y protección del consumidor” que hace uso de criptomonedas.
Además, el banco señala que la diatriba existente en Estados Unidos, entre la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC) para definir quién tiene la autoridad de regular al mercado de criptomonedas, se podría resolver gracias al impulso del colapso de FTX.
El banco de inversión estadounidense aprovechó su informe para exponer su escepticismo sobre un «cambio estructural» en los exchanges centralizados (CEX) y los descentralizados (DEX), incluso cuando reconocen el aumento en el uso de los DEX tras la caída de FTX, como lo reportó CriptoNoticias.
Para JP Morgan, es probable que las empresas descentralizadas sean sometidas a un “mayor escrutinio” de los reguladores, dada las probables iniciativas regulatorias que ya planteó la institución financiera.
“Y si bien ha habido un aumento en la participación de DEX en la actividad comercial de criptomonedas en general en las últimas semanas, es más probable que esto haya reflejado el colapso de los precios de las criptomonedas y las liquidaciones automáticas que siguieron al colapso de FTX”, apunta el JP Morgan.
Como lo reportó este medio, FTX, que en otrora se llegó a posicionar como uno de los exchanges de bitcoin y criptomonedas más grandes del mundo, se desplomó por insolvencia y se declaró en bancarrota el pasado viernes 11 de noviembre.
La situación generó un auténtico terremoto en las bases del mercado. La primera reacción fue una baja de precios acentuada en las principales criptomonedas, como bitcoin o ether, que se negocian por sobre los USD 16.500 y USD 1.200, respectivamente, al cierre de este artículo y según la Calculadora de Precios de CriptoNoticias.
Por este hecho, se estiman en más de USD 8 mil millones las pérdidas que enfrentan los inversionistas y usuarios que tenían fondos en el ya colapsado exchange.
La caída de FTX ya es objeto de investigaciones por parte de agencias federales de Estados Unidos, así como de unidades enfocadas en delitos financieros de Bahamas y Turquía. La intención es determinar si hubo algún indicio de crimen por el cual acusar, enjuiciar y condenar a quienes estuvieron al frente de la compañía ligada a bitcoin.