El componente social del ahorro

Alan MacCarthy, CEO de Front, analiza la necesidad de hablar sobre oportunidades de co-ahorro con otras personas, familias y amigos. Describe y explica los conceptos de ahorro en base a objetivos (goal base investing) y el componente social de ahorros y las inversiones (social trading).
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Alan MacCarthy, CEO de Front,

Nuestras decisiones como individuos económicos se ven afectadas por componentes emocionales y sociales (Kahneman y Thaler), y a lo largo de las últimas décadas de dejar de considerar al hombre como un agente puramente racional.

La falta de racionalidad en cuestiones económicas hizo que la forma en la que manejamos nuestras finanzas y ahorros se vean modificadas, y hoy en el mundo se plantea una nueva forma de manejar nuestras finanzas. De hecho, los asesores financieros comienzan a hablar cada vez más de dos conceptos; ahorro en base a objetivos (goal base investing) y el componente social de ahorros y las inversiones (social trading).

Tener objetivos financieros claros y compartidos aumenta la probabilidad de que logremos cumplirlos. En concreto, al ahorrar por objetivos se observan dos cuestiones centrales:

  1. Se observa un mayor compromiso de los los ahorristas con sus objetivos de vida al permitirles observar y participar en un progreso tangible.
  2. Se observa una reducción en la toma de decisiones impulsiva y la reacción exagerada, basada en las fluctuaciones del mercado.

Este último punto juega un rol clave sobre el pequeño ahorrista, quien muchas veces se deja llevar por los sentimientos para tomar decisiones que en largo plazo terminan afectando su cartera de inversión.

Primeros inversores

En Front, el 73% de nuestros ahorristas son primeros inversores, y durante la pandemia evidenciamos un incremento del 62% en los objetivos compartidos entre parejas, amigos y hasta padre e hijos.

De alguna forma, todo lo ocurrido hizo que nos tomáramos un tiempo para reflexionar y proyectar. Nuevas parejas que comenzaron sus planes de mudanza en conjunto, amigos que suspendieron sus vacaciones y decidieron cambiar de destino y hasta objetivos compartidos para equipar las casa para trabajar.

Compartir logros y metas nos hace romper con el “tabú” que muchas veces genera el hablar de dinero.

Aunque gastamos mucho dinero con nuestros amigos casi nunca ahorramos juntos.

Oportunidades de co-ahorro

En ese sentido, el co-ahorro puede ser una forma poderosa de alcanzar una meta grupal. Hacer un seguimiento de sus ahorros juntos o unirse a un círculo de ahorro, en el que otras personas cuentan con su contribución, puede generar responsabilidad.

Hoy en día, las plataformas de ahorro ofrecen posibilidades de generar objetivos de ahorro compartidos y de intercambiar opiniones y contagiar entusiasmo como lo hacemos en las redes sociales. Sin embargo, esto no siempre fue así.

Por ejemplo, las sociedades que no tienen fácil acceso a la banca tienen una tradición arraigada de ahorrar juntos. En los trabajos académicos se les llama asociaciones rotativas de ahorro y crédito (ROSCAS), pero localmente se conocen con nombres como «tanda» en México, o «hui» en China y «stokvels» en Sudáfrica.

El círculo funciona como un préstamo a corto plazo, con interés bajo o sin interés entre las personas con las que usted cuenta. Este tipo de técnica colectiva es una forma de ahorrar con un grupo sin compartir una cuenta bancaria (tradicionalmente, sin siquiera tener una cuenta bancaria) o incurrir en más deudas.

También es común el ahorro en pareja para quienes aspiran hacia una gran meta en el horizonte: boda, casa nueva, grandes vacaciones.

Claro, cada uno podría guardar el dinero en una cuenta de ahorros adyacente a su cuenta corriente. O bien, puede depositar su dinero juntos y ver cómo crece más rápido.

Padres e hijos

¿Qué puede hacer un padre que quiere ahorrar para el futuro de su hijo y de paso enseñar, o aprender juntos, lecciones del mundo financiero?

En el pasado existía el modelo de las estampillas. Los niños recibían como regalo estampillas que se pegaban que se pegaban en una libreta. Cuando completaba una hoja, iban al correo e intercambiaban esa hoja por una estampilla con el valor del importe de esa hoja, que colocaban en la libreta, lo firmaban y sellaban, sumando ese importe al importe que se tenía depositado.

Hoy eso quedó atrás, pero funcionó durante más de 50 años. Hoy educar con el ejemplo es nuestra gran apuesta a aquellos que queremos lograr un mayor interés en las finanzas. Educar, compartir y hacerlo en conjunto.

Las plataformas de ahorra hoy cuentan con funcionalidades para que los padres puedan crear un objetivo de ahorro, compartírselo a su hijo y permitir que el acceda con su usuario y pueda ver las inversiones que realiza su padre. Es decir que es un espectador, donde todo ingreso, egreso y decisión de inversión se hace desde la cuenta comitente del padre. Algo así como una cuenta espejo.

En definitiva, quien tiene el control y la última palabra es el padre, pero el hijo puede acceder a ver toda la información desde su usuario Front. Esto lo puede hacer cuando él quiera y ver la información de manera súper simple ya que no usamos fórmulas o lenguaje muy técnico. Al mismo tiempo, puede acceder a la academia Front y presenciar cursos en vivo sobre finanzas personales e inversiones.

En definitiva, ahorrar por objetivos hace que sea más fácil poder visualizar lo que uno quiere alcanzar, y de esta manera sentir una motivación extra y alinear el presente con el futuro. Esta práctica permite optimizar nuestra manera de ahorrar lo cual hace crucial compartir esfuerzos y logros para que ese espíritu de equipo nos motive a ser mejores ahorristas.

 

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