COSTA RICA: Crece la industria de pagos digitales y sin contacto

Costa Rica crece en lo que respecta a los pagos sin contacto o digitales, apostando por transacciones más ágiles, seguras y que aportan a la inclusión financiera.
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Día a día, la región sigue creciendo en lo que respecta en la incursión en las modalidades de pago. Las transacciones digitales y sin contacto entusiasman a clientes como a los comercios, instalándose en la economía de todos los países de América Latina, y Costa Rica no es ajena a esta tendencia.

Los métodos de pago alternativos están destinados a crecer, a multiplicarse y a seguir innovando. La propagación del COVID-19 puso de manifiesto las desventajas del papel moneda o del dinero en efectivo, lo que disparó la cantidad de transacciones en comercio electrónico y con otras modalidades para hacer transacciones.

De acuerdo con un análisis hecho en el estudio “Estudio, comercio y vida después de la cuarentena de COVID – 19” comisionado por Mastercard en el 2020, el comercio electrónico experimentó un crecimiento de un 49% en América Latina. Bajo este panorama, Costa Rica se ha posicionado como un país modelo en la industria de pagos digitales de la región por distintas razones, entre las que sobresalen:

-El 82% de los costarricenses poseen una cuenta bancaria.

-El alto volumen de dispositivos móviles (se estima que en Costa Rica existen 9.05 millones de conexiones de telefonía celular) propicia la digitalización del ecosistema de pagos.

 

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Pagos sin contacto

Los primeros esfuerzos para implementar pagos sin contacto en Costa Rica datan del 2017 por parte de Visa, cuando se empezó a aplicar la opción directamente a las tarjetas de débito o crédito acercándolas a los datáfonos.

Cuatro años después la oferta de modalidades se ha ampliado rápidamente, siempre conllevando protocolos estrictos de seguridad y de innovación constante.

Uno de los pasos más recientes que se ha venido expandiendo por la región es la implementación de wearables, o artículos portables. Esto incluye relojes, pulseras, anillos, brazaletes, entre otros. Cada una está asociada a una tarjeta de crédito o débito y brinda la facilidad de utilizarla en cualquier punto de pago que tenga habilitada dicha facilidad.

Los wearables se ofrecen como prácticos tomando en cuenta circunstancias como una persona que debe salir a correr y no quiere llevar tarjetas, billeteras físicas o inclusive su teléfono móvil.

Movilidad y pagos digitales

Datos recientes del Banco Central de Costa Rica (BCCR) revelan la rápida adopción que tuvo la implementación de pagos digitales en el transporte público, pasando de 100 transacciones diarias el primer día de implementación a casi 900 diarias para finales de octubre. Adicionalmente, en el futuro cercano los servicios de bus también contarán con la opción de pago con tecnología sin contacto para sus usuarios.

En ese sentido, la industria de transporte y movilidad es una de las que mayor potencial económico tiene en el país, y Mastercard, como aliado estratégico de los principales actores del sector, trabajó de cerca con ellos para ofrecer soluciones a los distintos retos que se presentan.

Recientemente, se trabaja de manera cercana con el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y el Banco Nacional (BN) para habilitar los pagos digitales en las rutas de tren del país, el primer sistema de pagos abierto en el transporte público de la región, diseñado y construido para operar a nivel nacional y no solo para una ruta o ciudad en particular.

Costa Rica y la promoción de las Pymes

Según datos de CEPAL, Costa Rica encaró la necesidad de propiciar la inclusión financiera de la pequeña y mediana empresa (Pyme).

La experiencia de este país ofrece algunas particularidades en el manejo del concepto de la Pequeña Empresa, ya que sus políticas también incorporan a la microempresa y al denominado sector emprendedor, que está constituido por el trabajador independiente que ofrece productos o servicios similar a la Pyme, pero no está organizado en algún tipo de empresa, y estadísticamente es parte del trabajador independiente y del sector informal.

En ese sentido, el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) en Costa Rica tiene como primer objetivo el establecer las políticas y acciones pertinentes que contribuyan con la inclusión financiera y se crea como un mecanismo para promover la movilidad social mediante el apoyo tanto al emprendedor como a la micro, pequeña y mediana empresa.

 

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