(LATAM) El escenario internacional atraviesa un proceso de reconfiguración acelerada. Tensiones geopolíticas, transición energética, inflación persistente y cambios regulatorios están redefiniendo dónde se juega el futuro de las inversiones. La pregunta central para los inversores es clara: ¿dónde están las oportunidades reales y qué riesgos no se pueden perder de vista? Carlos Curi, economista y doctor en Ciencia Política, analiza el escenario global y las claves de inversión para lo que resta del año.
América Latina: riqueza estratégica, riesgo político
América Latina se ubica en el radar de los capitales internacionales por su enorme potencial en recursos estratégicos. No se trata solo de commodities tradicionales, sino de minerales raros clave para la transición energética y de extensos territorios aptos para proyectos de energía eólica.
En teoría, esta combinación debería convertir a la región en un polo de atracción de inversiones globales. En la práctica, el riesgo político sigue siendo el gran obstáculo: la falta de políticas de Estado estables y de instituciones independientes frena la llegada de capital masivo y obliga a los inversores a moverse con cautela y mucha selectividad.
Estados Unidos: más allá de las tasas
Las decisiones de la Reserva Federal siguen marcando el ritmo de los mercados emergentes. La regla es cuando la sube, las carteras sufren.
Pero hoy el panorama es más complejo. Factores como la solvencia, los eventos políticos internos y las expectativas del mercado pesan tanto como la tasa de referencia. Además, la nueva política tarifaria y migratoria de Estados Unidos puede tener un impacto inmediato sobre las cuentas externas de América Latina, muchas veces más fuerte que una variación de tasas.
Europa: una región en pausa larga
Europa enfrenta un ciclo de tensiones difícil de revertir. Desafíos migratorios, fragmentación política, transición energética y presión fiscal ralentizan el crecimiento económico y aumentan los riesgos.
En este contexto, el desafío para los inversores es identificar países y sectores con resiliencia, capaces de ofrecer rendimientos aún en medio del estancamiento general.
Dónde mirar las oportunidades
A nivel global, dos sectores concentran la atención: biotecnología e inteligencia artificial, con el potencial de transformar industrias enteras y generar nuevas fronteras de valor.
En el plano regional, el sector minero, en particular los yacimientos de minerales raros asociados a energías limpias, es uno de los focos más claros para atraer capital externo.
Las reglas básicas siguen vigentes: diversificar por región y por categoría de activos es la primera línea de defensa contra la volatilidad. Pero en un mundo tan incierto, los inversores sofisticados miran más allá: los activos alternativos se convierten en un resguardo estratégico frente a una geopolítica en plena reconfiguración.
El oro, como siempre, aparece como el gran neutralizador de la volatilidad de largo plazo.





