“Estas vacaciones de invierno vendemos lo mismo que el año pasado, festejamos»
Esta frase, que pertenece a Vicente Lourenzo, secretario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), sintetiza la resignación que evidencian hoy día los comerciantes, a raíz del preocupante bajón del consumo que están padeciendo.
El panorama luce mucho más frío. Reflejo de esto es una temporada invernal que dista -al menos hasta ahora- de ser la ideal. «Las expectativas para el receso de la segunda quincena de julio no son para nada buenas», afirmó Lourenzo.
Las cifras que dejó el último fin de semana XXL marcaron la antesala de este pronóstico poco alentador. La cantidad de arribos -según datos del Ministerio de Turismo- resultó ser más de tres veces menor que en Semana Santa y el gasto total, de apenas poco más de un millón de pesos.
En lo que hace al receso que está al llegar -correspondiente a julio- los motivos que anticipan un invierno más «frío» en cuanto al turismo son principalmente dos:
- La menor predisposición a gastar: «El público está consumiendo menos y el tipo de turismo que se impone es de tipo más gasolero», señaló Fabián Castillo, director de la Comisión de Turismo y Deportes de la Legislatura de CABA.
- La mayor incertidumbre con respecto al empleo: de acuerdo con Walter Rodríguez, secretario de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVyT), «se está haciendo muy notoria la preocupación por el escenario laboral».
Como resultado de estos factores -al que se suman otros, como la caída del poder de compra- es el desplome del 30% en el total de reservas de pasajes aéreos en el primer semestre del año en comparación con el mismo período de 2015, según datos de la AAVyT. En este contexto, la expectativa de cara al receso de julio es muy floja.
Los destinos de nieve suelen ser grandes estrellas en materia de turismo invernal, con importantes centros de esquí que habitualmente atraen a viajeros locales y extranjeros.
Por el momento, el clima parece estar ayudando a los principales puntos de la zona Sur. «Tuvimos una nevada excepcional en el norte de la provincia y hay nieve acumulada, algo propicio para este tipo de actividades», afirmó Ricardo Beccaceci, presidente de la Cámara de Turismo de Mendoza.
Sin embargo, a poco menos de un mes de la llegada de las vacaciones, en las zonas que suelen capitalizar esta afluencia interna y externa, los responsables de estos centros turísticos no ocultan su preocupación.
Es que, a pesar de la bendición climática, observan que la demanda está muy por debajo de lo habitual para esta altura del año. Al ser consultado por este medio, Beccaceci reconoce que tomando en cuenta las reservas realizadas hasta el momento «se estima que la ocupación para esta temporada será de apenas un 50%, mientras que lo común es quese ubique en no menos de un 80%».
¿A qué atribuir esta importante baja? La caída en el nivel de expectativas y los bolsillos más ajustados juegan un rol fundamental. En cuanto al tipo de cambio y al primer invierno sin cepo luego de cuatro años, Beccaceci considera que favorece a aquellos que pueden vacacionar en el exterior.
También se espera una temporada muy «floja» en la Costa Atlántica que, durante el verano, ya había sufrido las consecuencias de la falta de ocupación. Es el caso de Mar del Plata, ciudad turística por excelencia, que ya en este verano experimentó una fuerte retracción.
A los bolsillos más apretados, propios de un año de «tarifazos» y de una inflación que supera el 40% en términos interanuales -según admitió el mismo ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay-, se suma el atraso cambiario, factor que complica la actividad turística a nivel local.
Con un billete verde que se ubica en $15 -aquellos que pueden hacen una «escapada» al exterior- en lugar de optar por el turismo interno.
«El dólar a $15 beneficia a lugares como Chile para comprar artículos tecnológicos o ropa», señala Lourenzo. De hecho, según Julián Gurfinkiel, cofundador del portal Turismocity, que agrupa los descuentos en pasajes de las principales compañías aéreas, «el destino que más creció en los últimos meses es Santiago. Muchos argentinos aprovechan para combinar compras y esquí».
De hecho, el ranking de destinos lo encabeza esa ciudad trasandina y, en segundo lugar aparece Río de Janeiro. Estos dos destinos dejaron a Miami en el tercer puesto.
Por lo pronto, la tendencia es a viajar a lugares más cercanos. En cuanto a Chile, a los atractivos propios del país vecino, se le suma un paseo ineludible de quienes compran un ticket de avión: el shopping.
«Son muchos los argentinos que viajan exclusivamente para llevarse electrodomésticos», contó Fabián Castillo desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Expesó que los productos «estrella» son los iPhones, las iPads y los televisores. La brecha entre los valores domésticos y los que se abonan en el exterior se agranda cuanto mayor es el precio del artículo.
En el caso de los comerciantes que apuestan a la Cuidad de Buenos Aires como escenario para obras de teatro y buena oferta gastronómica, la apuesta está en el medio aguinaldo.
«En materia de gastronomía, es posible que se vean beneficiados los negocios que venden un menú económico, que suelen ser elegidos por quienes vienen del interior del país, pero no los restaurantes de mayor categoría», puntualizó Lourenzo.
En el caso de los teatros, el secretario de CAME apuntó: «La gente no va a dejar de ir a ver las obras que se estrenen, pero por ahí elegirá una sola en lugar de ir a ver varias, tal como lo hacía en años anteriores».
A juzgar por las perspectivas de comerciantes y agencias, este invierno el «frío» no sólo se hará sentir en materia climática, sino también dentro de los negocios, en las cajas de los mostradores.