Maternidad y brechas laborales, un debate necesario

Durante los últimos años las empresas de todo el mundo se han visto en la necesidad de rediseñar sus estilos laborales, el formato de las jornadas, y se debaten en la necesidad de encontrar más flexibilidad y mejores encuadres de la paridad de género, sobre todo cuando se habla de las brechas por maternidad.
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Un estudio del Banco Mundial divulgado en 2021 indica que los bajos niveles de participación laboral femenina en el trabajo remunerado representan una gran pérdida en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países. Esto sucede muchas veces porque se produce una baja laboral debido a la maternidad y a los cuidados del hogar que recaen sobre esta población.

Previamente a la pandemia, la empresa Bumeran realizó una encuesta para conocer la situación laboral de las mujeres que son madres y el trato que reciben por parte de las empresas.

Los resultados mostraron que consideran el trabajo como un factor esencial en su vida, independiente de la decisión de tener un hijo. El 62,2% dijo que, si le dieran la posibilidad de elegir trabajar o quedarse en la casa cuidando a los hijos, decidiría trabajar de todas maneras.

La cifra más alarmante que registró el relevamiento fue que casi la totalidad de las encuestadas (83.9%) siente que las oportunidades laborales se reducen al decidir ser madres. A su vez, el 57.6% dijo haberlo vivido personalmente y el 42.3% conocer a personas que les haya pasado.

En cuanto al comportamiento dentro de las empresas, el 88.8% considera que las compañías deberían proporcionar beneficios a las mujeres que son madres. Entre ellos, el más elegido fue el servicio de guardería dentro de la empresa (20,6%), espacio que le daría un mejor control y tranquilidad a la madre que decide retomar su jornada laboral.

Según la Organización Internacional del Trabajo, garantizar que el embarazo no sea causa de discriminación contra las mujeres requiere de medidas que garanticen la reincorporación de las mujeres al mismo puesto de trabajo (o uno similar) que tenían antes de la licencia.

Así, se establece la prohibición del despido de las mujeres durante el embarazo, la licencia por maternidad y un período determinado después de la reincorporación al trabajo.

Caso contrario, se podría hablar de un Mobbing maternal, esto es la discriminación laboral por ser madre: se puede sufrir de diferentes formas que son difíciles de demostrar y por lo tanto denunciar: desde trabas para poder reducir la jornada laboral o disfrutar del a permiso de lactancia, a la reducción de las responsabilidades y toma de decisiones sin motivo, e incluso a no volver a ser promocionada en la empresa después de lo que parecía una carrera prometedora.

ARGENTINA: Perfil financiero de las madres: Sólo el 48% es titular de tarjeta de crédito

¿Trabajo híbrido en pos de la igualdad?

Este 18 de septiembre fue el Día Internacional de la Igualdad Salarial, pero en la Argentina la brecha sigue siendo un desafío: según Jobint, un relevamiento lanzado este año revela que en el país tiene la brecha de género más grande de la región, con salarios un 24,8% más bajos para las mujeres.

Una de las hipótesis que intentan explicar este fenómeno es que los empleos con salarios bajos coinciden en ofrecer mayor flexibilidad y, por lo tanto, son una alternativa que nos permite equilibrar la vida profesional con las tareas del hogar.  

Desde WeWork, indicaron que el trabajo híbrido, tanto para mujeres como para hombres, crea condiciones que permiten un mejor equilibrio entre la carga laboral y las responsabilidades domésticas de todas las personas.

La flexibilidad que brinda este tipo de modelos, en conjunto con la educación constante sobre la importancia de la equidad de género, promueve una mejor distribución de las responsabilidades del hogar y en consecuencia ayuda a disminuir la brecha laboral y salarial.

Este enfoque de las oportunidades que ofrecen los trabajos híbridos es respaldado por investigaciones a nivel global. De acuerdo con el estudio “Lo que los trabajadores quieren: de sobrevivir a prosperar en el trabajo” lanzado por ManpowerGroup, los colaboradores buscan cada vez más flexibilidad, 64% quiere pasar a una semana laboral de cuatro días, 45% quiere elegir el horario de entrada y salida y el 35% quiere elegir dónde trabajar según sus necesidades.

Además, revela que un lugar de trabajo próspero es aquel en el que se le brinda a las madres y padres el apoyo que necesitan para manejar horarios inciertos con menos estrés. La misma investigación denota que las madres y padres que trabajan quieren apoyo por parte de sus empleadores para la atención familiar. 55% señala la importancia del apoyo en el cuidado de niños y el 52% el de familiares mayores.

En este sentido, las tendencias actuales muestran la importancia y la necesidad del surgimiento y expansión de este tipo de modalidades de trabajo, en las que soluciones de espacios flexibles ofrecen alternativas a personas emprendedoras y organizaciones para gestionar mejor el tiempo y conservar la posibilidad de hacer trabajo individual o colaborativo en igualdad de condiciones.

Madres bancarizadas

Según datos de un reciente análisis de Equifax, compañía global de Big Data & Analytics, las madres argentinas cuentan con un ingreso promedio mensual de $96.000, en tanto que según su perfil financiero, 62% tienen al menos un producto de crédito.

De acuerdo al informe, 68% de ese grupo sólo posee tarjeta de crédito, 22% es titular de tarjeta y préstamo y 10% solo préstamo.

Respecto a la distribución generacional de las madres que tienen un empleo formal, 56% tienen entre 26 y 41 años, 41% de 42 a 57 años, 2% es de más de 58 años y 1% de entre 18 y 25 años.

Sobre las madres y su situación laboral, 71% trabaja bajo relación de dependencia y 29% es monotributista, en tanto que 28% se dedica al comercio, 22% al servicio doméstico y rubros como peluquería, estética y belleza, mientras que 19% trabaja en educación y 11% lo que hace a salud humana y servicios sociales.

En lo que respecta a cumplimiento de pago, de forma general 79% no presenta atrasos en sus obligaciones con ciertas distinciones según la edad. Aquellas que tienen entre 18 y 25 tienen una ratio de cumplimiento de pago de 77%, quiénes tienen entre 26 y 41 un 78%, de 42 a 57 años un 82% y las de más de 58 años alcanzan 88%.

En lo que hace a deuda y ratio de compromiso mensual, este alcanza 25% del ingreso promedio mensual, que equivale a $23.992.

“Los resultados que arroja nuestro análisis ponen de manifiesto que la bancarización todavía tiene un largo camino por recorrer en lo que hace al segmento de madres. Con ratios positivos en lo que hace a cumplimientos de pago, un mejor acceso a la educación financiera y mayor oferta de productos financieros personalizados en el mercado, son dos claves a profundizar en este sector”, explica Erica Grimberg, gerente de Data &Analytics de Equifax para Argentina, Uruguay y Paraguay.

El análisis utilizó datos del Bureau Equifax analizando a la población de madres que trabajan con hijos entre 0-18 años con datos complementarios de BCRA y ANSES.

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