De acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Central (BCRA), Argentina se encuentra entre los países con menos conocimiento y actitud financiera a nivel mundial, ubicándose en el puesto 37 de 39 economías.
En ese sentido, la educación es una pieza fundamental para la inclusión financiera de un país: facilita el conocimiento y el uso de los productos financieros, y brinda herramientas para que los usuarios desarrollen habilidades para comparar y seleccionar las opciones que mejor se adapten a sus necesidades y posibilidades.
De acuerdo a Walter Hildebrandi, CTO Zendesk Latam, existen todavía empresas que no terminan de entender la importancia de invertir en eficientes servicios de atención al cliente.
En ese sentido, recomienda cinco preguntas que los usuarios se deben hacer para estar atentos con el cuidado de las finanzas:
Las entidades, ¿ofrecen un trato personalizado?
¿Conocen el historial de las principales consultas y evitan que se repita información en cada una de ellas?
¿Mantienen estrictos controles de protección de los datos personales?
¿Atienden de una manera rápida, tanto para la respuesta a dudas simples, como para asuntos más complejos?
¿Tienen asistencia de un agente en todos sus canales 24/7 para ofrecer un buen servicio al cliente?
Es bien sabido que aquellas empresas que atienden de manera excelente a sus usuarios se ve reflejado en un mejor posicionamiento en el mercado.
En ese sentido, las instituciones financieras enfrentan diversos retos, como el tener centros de contacto obsoletos que no puedan ofrecer detalles del recorrido del cliente; alto volumen de preguntas repetitivas y técnicas; páginas de preguntas frecuentes difíciles de actualizar.
Así lo indica Elkargi, empresa de soluciones financieras, que establece que los profesionales financieros de las compañías deben pensar en términos de largo plazo, anticiparse a necesidades futuras, trabajar las posibilidades de obtener financiación con tiempo y planificar diferentes escenarios.
El desempeño en el área financiera ha evolucionado en los últimos años: se partía de un área financiera centrada en la gestión administrativa. Centrada en contabilizar, facturar, realizar pagos, verificar cobros.
Pero actualmente, se exige que aporte mucho más, que acompañe en la estrategia de la empresa valorando escenarios, asegurando la financiación del negocio, de los proyectos, que sepa adecuar el lenguaje financiero para transmitir a la dirección y al resto de áreas, y saber cuál es la incidencia financiera y económica de las decisiones que se quieren tomar.
Para conseguir estos objetivos, el especialista no debe centrarse solo en su empresa: debe salir, crear su red de contactos, con proveedores, con otros financieros, debe estar al día en técnicas de control de gestión, controlling, mercados, derivados financieros.
Este es el gran cambio del rol financiero, que sólo puede lograrlo con educación.
LATAM: Educación financiera para la región
Educación financiera, un objetivo global
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación financiera es el proceso por el que “los consumidores mejoran su entendimiento de los productos, conceptos y riesgos financieros y, mediante información, instrucción y/o asesoramiento, desarrollan las habilidades y la confianza para llegar a ser más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras, para saber elegir, requerir ayuda y adoptar otras acciones efectivas para mejorar su bienestar financiero”.
Asimismo, en el marco de la agenda 2030, se busca atender los principales problemas que tiene la humanidad y todas las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad del planeta, el bienestar social y la gobernabilidad a partir de objetivos sobre los que se trabajará en los próximos 10 años.
Dentro de los objetivos orientados a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, la parte que hace referencia a la inclusión social se puede hablar de la educación financiera como una de las herramientas más eficaces. En particular la educación financiera es un instrumento que se puede utilizar para solucionar problemas que están en los objetivos:
En ese sentido, uno de los objetivos es lograr la cobertura sanitaria universal, incluida la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas inocuos, eficaces, asequibles y de calidad para todos, así como también fortalecer la capacidad de las instituciones financieras nacionales para fomentar y ampliar el acceso a los servicios bancarios, financieros y de seguros para todos.