(BRASIL)
Lucha contra la desigualdad y el hambre
El principal desafío de Luiz Inácio Lula da Silva será reducir el hambre que pasan 33 millones de brasileños, de acuerdo a un estudio de la red Penssan, algo así como el 15,5% de la población de Brasil.
La expectativa del electorado que le dio su voto, es que vuelva a repetir el logro de su primer mandato, cuando más de 30 millones de personas ascendieron a la clase media mediante programas sociales y un esquema de producción nacional sostenida en el tiempo, generadora de fuentes de trabajo y de movilidad social.
Durante el gobierno de Bolsonaro se registró la mayor cantidad de gente viviendo bajo la línea de la pobreza, de los últimos diez años: 62,5 millones de personas en 2021, equivalentes a 29% de la población.
Entre otras cosas, Lula prometió medidas como el mantenimiento de un programa de transferencias de dinero a los pobres denominado Bolsa Familia, que fue clave en su primer gobierno, y un aumento del salario mínimo vital y móvil.
Reacción negativa de los mercados a pocas horas de asumir
Mientras el voto que colocó nuevamente a Lula en el poder, espera con confianza y fe, los mercados no se mostraron muy a favor del plan económico presentado por el nuevo gobierno luego de los decretos y de anunciar que usará a las empresas estatales para impulsar la reactivación y crecimiento económico. Rápidamente, a pocas horas de los primeros anuncios, Petrobras se desplomaba hasta un 6,9%, mientras que el Banco do Brasil SA cayó un 4,8%.
Por su parte, los analistas ya empezaron a sondear y a pronosticar lo que será el gobierno de Lula, y la mayoría estima alzas en la inflación: se prevé que los precios al consumidor suban en un 5,30% en 2023.
Golpe a Lula ¿cómo impacta en los mercados?
Como si fuera poco, a la fuerte polarización y grieta política actual de Brasil, se le sumo un intento de golpe de Estado por parte de la facción bolsonarista. El golpe pudo ser contenido por el flamante gobierno de Lula y los mercados brasileños absorbieron sin mayores sobresaltos la crisis política.
Lo cierto es que la incertidumbre e inestabilidad a horas de haber asumido Lula, reina en la sociedad brasileña, y también en los mercados. Nadie puede pronosticar a ciencia cierta lo que sucederá y qué efectos tendrá en la economía y en el mundo empresarial, el plan estratégico pensado por Lula. El escenario ya no era el mejor, con un país dividido entre los que depositaron su confianza en Lula y los bolsonaristas radicalizados que pusieron en jaque a la democracia de este país. ¿Qué pasará? El tiempo lo dirá.
