Sustentabilidad corporativa no es una moda, es un compromiso

Se considera que a nivel mundial cada vez son más las empresas que cuentan con estrategias sustentables activas dentro de sus procesos, como respuesta a una demanda social creciente y a una visión empresaria comprometida.
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(GLOBAL).- Según el reciente estudio del International Business Report (IBR), realizado por la Consultora Grant Thornton, el 81% de las empresas afirmaron que participan activamente en los informes ESG, un 14% está realizando voluntariamente informes de Scope 3; y solo el 9% no tiene planes de realizar reportes de esta materia. Por otro lado, solo el 9% de las empresas desconocen el paso a una agenda de información global, liderada por el International Sustainability Standards Board (ISSB).

Además, para aquellos que no tienen planes de informar, casi el 30% afirmó que no tienen niveles materiales de emisiones, lo que indica otra brecha de conocimiento. El estudio de auditoria encuestó a 5000 líderes empresariales en 28 países para saber más acerca de sus informes actuales de emisiones de gases de efecto invernadero y otras acciones ligadas a ESG, la sigla para Environmental (medio ambiente), Social (sociedad) y Governance (gobierno corporativo), agrupando en estos tres ejes los factores no financieros más relevantes de una compañía.

De aquellos que reportaron ESG o planearon hacerlo, los principales beneficios citados fueron contribuir a la meta de cero neto (29%); ventaja competitiva creciente (29%); tomar decisiones informadas sobre la sostenibilidad del negocio (29%); e impulsar la preparación para hacer frente a los riesgos relacionados con el clima (27 %).

El mensaje es claro: los inversores abandonarán a las empresas que se queden atrás de sus competidores en la implementación del cambio en materia de sustentabilidad y medio ambiente. La investigación de Grant Thornton lo confirma: impulsar la reputación entre las partes interesadas se considera un beneficio significativo de los informes relacionados con el clima, citado por el 25% de las empresas.

“Para las empresas sin una transición creíble hacia procesos sustentables, a nivel de los mercados internacionales, las opciones de financiación de proyectos se tornan menos accesibles y costosas ya que existe un mayor riesgo para los inversores en temas de responsabilidad social empresaria vinculadas al cuidado del medio ambiente. No contar con una planificación al respecto significa un mayor riesgo para los inversores”, explica Alejandro Chiappe, socio líder del área de Advisory de Grant Thornton Argentina.

El ejecutivo de Grant Thornton comenta que las ventajas de informar son significativas, pero también lo son los desafíos que implica cumplir con las recomendaciones de las diversas entidades regulatorias. Surgen tres grandes dificultades. Primero, la experiencia limitada o inexistente cuando se trata de analizar e informar con precisión el impacto de las acciones individuales respecto del cambio climático en el área de incumbencia. El cambio de perspectiva y la respuesta a las demandas de la sociedad y los consumidores implican necesidades de inversión y desarrollo de recursos capacitados en las nuevas metodologías y cumplimiento de valores socialmente deseables.

El segundo es el acceso a los datos relevantes, particularmente difícil para las empresas más pequeñas que históricamente no han tenido las capacidades de investigación para analizar la información relevante relacionada con ESG.

En tercer lugar está el tema de la gobernabilidad. ¿Cuenta la junta con procesos y controles internos para mantenerse al tanto de los asuntos relacionados con el clima? ¿Tiene en cuenta las cuestiones climáticas al establecer la estrategia? ¿Y cómo mide el progreso? Las mismas preguntas se aplican a la gestión.

“Las empresas que integran la concientización y la mitigación del cambio climático en toda la organización, generarán las mayores ventajas comerciales. La necesidad de informar está obligando a las empresas a ser más sostenibles en su comportamiento, lo que a su vez las hace más atractivas para los inversores, clientes, prestamistas y otras partes interesadas. Es un círculo virtuoso”, finaliza Chiappe.

Reactivación y RSE en pos de la sustentabilidad

El rol de los consumidores

Se debe considerar que la teoría del desarrollo sustentable plantea el poder crear una sociedad en la que la producción pueda utilizar los recursos a la misma velocidad que el planeta tarda en producirlos, tomando en cuenta que en el caso aquellos recursos no renovables, su uso debe ser mínimo y templar en lo que se busca sustituirlo con otro.

Es por ello que ahora dentro de los consumidores ha comenzado a transformarse la manera en que estos consumen, colocando dentro del primer plano, aspectos como la experiencia de compra, el seguimiento post venta, los canales de comunicación y la sustentabilidad de los productos.

Tal cual lo señala Porter Novelli, consultora global de comunicación estratégica, quien señala dentro de su estudio “Examinando la Brecha entre Decir y Hacer”, que al menos el 84 por ciento de los consumidores están preocupados por el planeta.

Estamos viviendo un momento único. Los consumidores están abiertos a adquirir nuevos comportamientos hacia un mejor futuro. El COVID-19 redefinió nuestra capacidad para cambiar y colaborar. Estamos viendo continuamente que, si los consumidores tuvieran la información correcta, actuarían acorde. Debemos aprovechar el momento y utilizar la comunicación para ayudar a la gente a comprender cómo participar en la economía sustentable y el impacto que pueden tener”, expresó Sandra Kleinburg, directora general de Porter Novelli México.

Del mismo modo, el estudio encontró una barra que podría ser tomada mediante un enfoque cooperativo, la cual fue catalogada como “si supiera lo haría”, pues mediante el informe se dio a conocer que poco más de un tercio de los encuestados advirtieron que el desconocimiento sobre el por qué y cómo participar, así como la falta de claridad en cómo su participación beneficia al medio ambiente, es lo que les impedía adoptar nuevas conductas.

En la actualidad, la sociedad ha comenzado a ser más críticas sobre las acciones que las empresas y gobiernos realizan, pues fue a raíz de la crisis mundial de salud, que la humanidad evidenció la fragilidad y a los riesgos a los que se está implicado, aspecto por el cual ahora se han creado nuevas bases de comportamiento, basadas en el cuidado del medio ambiente y la salud física y mental.

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