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¿Por qué el 2030 nos encontrará con 3 profesiones por persona?

El avance tecnológico está en marcha y no se puede detener. Según Rodrigo Goñi Moreno, Coordinador Comisión Comercio e Industria de Fundación Participación 360, nuevos modelos educativos, transformaciones en el mercado laboral, la Ciencia de Datos y la Inteligencia Artificial pusieron en jaque a las profesiones tradicionales. ¿Hacia dónde vamos?
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En su libro “¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la automatización”, Andrés Oppenheimer -periodista, escritor y conferencista argentino- explica que la tendencia de las universidades, de cara a los próximos 10 años, es brindar un formato de suscripción vitalicia, en donde los alumnos pueden ir cursando materias o cursos constantemente, dependiendo de las necesidades de su actividad profesional. En este esquema de formación permanente y con carreras más cortas, una misma persona podrá hacer hasta 2 o 3 carreras durante su etapa formativa.

Entonces, ¿por qué pensamos que, para el 2030, probablemente una persona pueda tener 3 profesiones a lo largo de toda su vida? Porque vamos camino a una arquitectura abierta, una nueva geografía en que el movimiento y un mercado laboral cambiante van a marcar el ritmo, y por el cual vamos a tener que adquirir nuevas habilidades ligadas a la flexibilidad, la creatividad y la adaptación.

Santiago Bilinkis, emprendedor, tecnólogo y autor argentino, hace una analogía interesante para pensar esta respuesta. Él dice que esto que estamos viviendo es como si nos convocaran para participar en las próximas Olimpiadas mundiales, que serán en cuatro años. Pero que hasta una semana antes de que comiencen, no nos dirán en qué disciplina vamos a participar. Es un escenario incierto, no se sabe bien cuáles van a ser las ocupaciones del mañana, pero sí se sabe que no serán las tradicionales tal como las conocemos.

El 2030 que ya llegó

Mientras leemos estas palabras, miles de robots aprenden a una velocidad imposible de imaginar; y cuando nosotros estemos dormidos ellos seguirán aprendiendo y compartiendo conocimiento con otros de su especie. Así, a cada segundo, millones de datos se trasladan a hipervelocidad y son analizados con inteligencia artificial (IA), que a través de procesos de aprendizaje y autoaprendizaje (lo que se conoce como Machine Learning) generan un impacto cada vez mayor en la industria, la economía y nuestra vida diaria.

Este fenómeno trae consecuencias en la actualidad y traerá muchas más en los próximos 10 años. 

Probablemente los robots reemplacen a muchas de las profesiones que conocemos. La buena noticia es que también se crearán miles de puestos de trabajo que hoy ni siquiera imaginamos, pero hay que hacer una transición de un trabajo a otro. Esa es la clave, moderar el desempleo que esta automatización puede generar. Frente a este escenario, es fundamental que los gobiernos puedan diseñar políticas públicas para manejar con cuidado la transición tecnológica de trabajadores desplazados hacia nuevos empleos porque, con o sin crisis económica, debemos entender que los países no cierran, que el 2030 va a llegar de todos modos, y lo mejor que nos podría pasar es que nos encuentre capacitados para lo que va a venir.intel 

Por otro lado, los modelos educativos actuales también se encuentran interpelados. Actualmente, los profesores enseñan en sus clases los conceptos a aprender y luego el alumno practica las tareas en su casa. En este nuevo contexto, muchos coinciden en que hay que darle una vuelta: que los alumnos aprendan en sus casas de manera online y que, luego, frente al profesor se practiquen los deberes. Todo este cambio en distintos aspectos que la pandemia aceleró, ya estaba en marcha. Las carreras cortas son una necesidad porque cuando la transformación es tan veloz, estudiar por 4 o 5 años hace que lo aprendido al inicio se vuelva obsoleto.

Además, según explica el especialista de Participación 360, bajo este nuevo paradigma, la educación podrá ser personalizada y adaptada a cada alumno, donde los robots no perderán nunca la paciencia al explicar conceptos: si el alumno no entiende, el robot buscará una y diez maneras diferentes de explicar lo mismo, hasta lograrlo. Sin embargo, los profesores seguirán teniendo la difícil tarea de enseñar habilidades blandas, como liderazgo y empatía.

En este novedoso contexto, la automotivación y las “habilidades blandas”, como la creatividad, la capacidad para detectar nuevas oportunidades, la facultad de resolver problemas y el trabajo en equipo, serán lo más importante. La automotivación será, junto con la educación, la mejor credencial para lograr un buen empleo, y quienes se aboquen a aprender y reinventarse constantemente, serán los que obtengan los mejores puestos laborales.

Un estudio de la Universidad de Oxford, analizó 700 trabajos actuales y su proyección en el futuro. Esta investigación arrojó datos que confirman que profesiones como telemarketers, cajeros de supermercados, analistas de riesgo crediticio y productores de seguros tienen más de 95% de probabilidades de ser reemplazados por computadores. Empleos clásicos como cocineros o mozos también tienen un porcentaje muy alto de desaparecer. Los abogados y médicos sobrevivirán a esta revolución, pero deberán adaptar sus profesiones a la tecnología. Por su parte, los artistas, sean músicos, pintores, escritores, bailarines tienen un buen porvenir.

El Banco Mundial dice que el 47% de los empleos actuales serán reemplazados por Inteligencia Artificial en los próximos años, y este porcentaje se incrementa notablemente en los países subdesarrollados ya que los empleos de estos países tienden a ser más repetitivos y manuales, profesiones que son ideales para la automatización. El avance tecnológico está en marcha y no se puede detener, por lo que habrá que adaptarse.

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